Un Saichania tenía una longitud de más o menos siete metros, y estaba cubierto por un caparazón lleno de pinchos. Con una cola parecida a una maza podía defenderse de sus atacantes. Con sus complejas vías respiratorias, y su inusuales encías duras, este dinosauro era apto para su hábitat en el desierto dónde vivía de plantas ásperas.